Existen multitud de familias tipográficas. Algunas de ellas tienen más de quinientos años, otras surgieron en la gran explosión creativa de los siglos XIX y XX, otras son el resultado de la aplicación de los ordenadores a la imprenta y al diseño gráfico digital y otras han sido creadas explícitamente para su presentación en la pantalla de los monitores, impulsadas en gran parte por la web. Unas y otras conviven y son usadas sin establecer diferencias de tiempo, por lo que es necesario establecer una clasificación que nos permita agrupar aquellas fuentes que tienen características similares. Son muchos los intentos por lograr agrupar las formas tipográficas en conjuntos que reúnan ciertas condiciones de igualdad. Generalmente están basados en la fecha de creación, en sus orígenes dentro de las vertientes artísticas por las que fueron influenciadas o en criterios morfológicos. Los sistemas de clasificación de fuentes más aceptados son:
Clasificación de Maximilien Vox (1954) Divide las familias en:
Humanas
Garaldas
Reales
Didonas
Mecanos
Lineales
Incisas
Scriptas
Manuales Clasificación de Robert Bringhurst Divide las fuentes en:
Renacentistas
Barrocas
Neoclásicas
Románticas
Realistas
Modernistas geométricas
Modernistas líricas